La sustitución de las antiguas bombillas tipo halógenas para focos, por las nuevas con tecnología led es uno de los mayores ahorros que podemos realizar a bajo costo en una vivienda. Este cambio no solo nos supondrá un ahorro en la factura de la luz, sino que además nuestra instalación pasará a ser mucho más segura.

Las antiguas bombillas halógenas producen un 90% de calor y solo un 10% de luz mientras que las bombillas tipo led alcanzan un 98% de luz y solo un 2% de calor. Además de ello los cables dejarán de soportar una intensidad tan elevada y pasarán a una situación de mayor seguridad.